sábado, 24 de noviembre de 2012

Historia de vida. Su entrada al convento.

Rita tocó las puertas del convento de santa María Magdalena, pero fue
rechazada, según algunos como Cavallucci, hasta tres veces. La causa no era por ser
viuda, ya que  en  otros conventos también había viudas, sino probablemente, porque
todavía podían existir serias dificultades con los asesinos, que podían llevar los
problemas hasta el convento, quebrantando así la paz conventual.
En el  Breve relato, escrito por las religiosas en 1628, dicen:  Redoblando la
oración y las lágrimas, se humillaba ante la mirada de Dios, atribuyendo a su demérito
y a sus pecados la repulsa que le daban… Finalmente, la misericordia de Dios la
consoló. Una noche oyó una voz que la invitaba al monasterio. Rita vio a san Juan
Bautista que se encaminaba hacia un altísimo peñasco llamado Schioppo, de
Roccaporena. Allí fue por breve tiempo abandonada para que comprendiera la altitud
del lugar y la sublimidad de la perfección religiosa a la que Dios la llamaba y viera el
horror de la caída. Mientras estaba allí, tímida y ansiosa, fue consolada por san Juan
Bautista, que llegó en compañía de san Agustín y de san Nicolás de Tolentino. Estos
tres santos la tomaron y la colocaron, de modo incomprensible para ella, dentro del
monasterio y desaparecieron. A la mañana siguiente, las religiosas la encontraron
dentro del claustro sin saber cómo había entrado, estando las puertas cerradas. Pero
ella les contó de modo sencillo lo que había sucedido y, reunidas en Capítulo y por
divina disposición, la aceptaron como religiosa.
entró al
convento con la ayuda extraordinaria de sus tres santos predilectos. Quizás ellos
allanaron el camino para llegar a la reconciliación con los asesinos y así se solucionaron
los inconvenientes para entrar en el convento.     
De hecho, la reconciliación parece que ocurrió antes de entrar al convento.
Según está escrito en 1505 en el archivo del monasterio de Casia, Rita entró al convento
el año 1417 y encontró nueve o diez compañeras, dos o tres de las cuales murieron antes
que Rita. Vio realizarse su sueño de abrazarse y reconciliarse con la familia Cicchi (de
los asesinos de su esposo), de cuya familia entró en 1427 en el convento una pariente
llamada Angeluzza Jacobi Mattei Cicchi, compañera de Rita por 30 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario